65 €
60min
Se basa en la aplicación de técnicas de limpieza suave, exfoliación mínima y la infusión de principios activos calmantes, antioxidantes y regeneradores que actúan sobre la epidermis y la dermis superficial. El procedimiento se adapta a la sensibilidad de cada piel, evitando cualquier agresión que pueda causar reacciones adversas.
Tras el tratamiento, la piel presenta un aspecto más uniforme, con menor enrojecimiento y sensación de confort. Se observa una mejora de la hidratación, elasticidad y textura, logrando una epidermis más resistente y un rostro con aspecto saludable y revitalizado. La piel recupera suavidad y luminosidad, mientras que la irritación y la fragilidad disminuyen progresivamente con sesiones continuadas.
No requiere reposo. Es habitual notar una ligera sensación de frescor o tirantez durante las primeras horas, que desaparece rápidamente. Se recomienda proteger la piel de la exposición solar directa y mantener una rutina de hidratación adecuada durante los días posteriores para consolidar los resultados.
El Tratamiento regenerador, pieles sensibles va dirigido a personas que tengan la piel sensible, rosacea o con cuperosis.
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El tratamiento regenerador para pieles sensibles es una técnica avanzada de medicina estética diseñada para mejorar la resistencia y la salud de la piel más frágil o reactiva. Su objetivo principal es reforzar la barrera cutánea, aliviar la irritación y favorecer la regeneración de los tejidos de forma segura y respetuosa con la sensibilidad de cada paciente.
En Clínica Olive, el procedimiento se realiza con un enfoque personalizado, adaptando cada paso según el tipo de piel y las necesidades específicas del paciente. Gracias a la combinación de técnicas de limpieza suave, exfoliación controlada y la aplicación de activos regeneradores, se consigue un equilibrio entre protección y reparación, evitando cualquier agresión que pueda producir inflamación o rojeces.
Este tratamiento se diferencia de otros procedimientos estéticos porque no busca efectos inmediatos de volumen o tensado, sino que trabaja de manera progresiva sobre la salud cutánea, fortaleciendo la piel y disminuyendo su reactividad frente a factores externos como contaminación, sol, cambios de temperatura o productos agresivos.
El tratamiento actúa mediante la combinación de técnicas y principios activos específicos para pieles sensibles. La limpieza inicial elimina impurezas y restos de maquillaje sin alterar la barrera protectora de la piel. A continuación, se realiza una exfoliación muy suave que ayuda a retirar células muertas y facilita la penetración de los activos, sin provocar irritación.
Los componentes regeneradores y calmantes penetran en las capas superficiales de la piel, promoviendo la reparación de microlesiones, reduciendo la inflamación y estimulando la actividad celular. Además, los antioxidantes protegen la piel frente al estrés oxidativo y los daños ambientales, mientras que los agentes hidratantes restablecen la función de la barrera cutánea, reteniendo agua y mejorando la elasticidad.
Este enfoque integral permite que la piel sensible se fortalezca, disminuyendo la aparición de rojeces, tirantez o descamación, y potenciando la capacidad natural de regeneración de los tejidos.
El tratamiento ofrece múltiples ventajas para la piel sensible y reactiva. Entre los más destacados se encuentran:
Alivio inmediato de irritaciones, enrojecimiento y molestias cutáneas.
Restauración de la barrera protectora de la piel, aumentando su tolerancia a agentes externos.
Mejora de la textura, suavidad y uniformidad de la epidermis.
Incremento de la hidratación y la elasticidad, proporcionando un aspecto saludable y revitalizado.
Estimulación de la regeneración celular de manera progresiva y natural.
Gracias a estos efectos, los pacientes experimentan un rostro más equilibrado y confortable, con una piel que responde mejor a los cuidados diarios y que se encuentra menos propensa a reacciones adversas.
En Clínica Olive, el tratamiento se realiza de manera ambulatoria y no requiere anestesia. La primera fase consiste en una limpieza delicada de la piel, seguida de una exfoliación mínima adaptada a la sensibilidad del paciente. Posteriormente, se aplican de manera controlada los activos regeneradores mediante técnicas específicas que aseguran su correcta penetración y eficacia.
La duración de la sesión varía entre 40 y 60 minutos, dependiendo del tamaño de la zona y de las necesidades individuales de la piel. Cada sesión se ajusta cuidadosamente para garantizar comodidad y seguridad, evitando cualquier sobreestimulación que pueda provocar irritación.
El protocolo completo puede incluir varias sesiones espaciadas en el tiempo para consolidar la reparación cutánea y lograr una mejora progresiva en la resistencia y calidad de la piel. La personalización del tratamiento es clave para mantener los resultados a largo plazo y asegurar que la piel se mantenga saludable y protegida frente a agresiones externas.
Los beneficios del tratamiento regenerador no solo se perciben durante la sesión, sino que continúan desarrollándose en los días y semanas posteriores. La piel recupera suavidad, elasticidad y uniformidad, mientras que la barrera protectora se refuerza, reduciendo la reactividad frente a factores externos.
Con el tiempo, la piel sensible adquiere mayor resistencia y capacidad de regeneración, lo que se traduce en un rostro con un aspecto más calmado, luminoso y revitalizado. Los resultados se potencian mediante la continuidad del tratamiento y el seguimiento de las recomendaciones del especialista, garantizando que la piel mantenga su equilibrio y protección a largo plazo.
El tratamiento regenerador para pieles sensibles combina ciencia, precisión y cuidado médico, ofreciendo una solución eficaz para quienes desean proteger y fortalecer su piel sin recurrir a procedimientos agresivos o invasivos.