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20min
Se realiza una valoración de la verruga y se aplica la técnica más adecuada según su tipo y profundidad, que puede incluir crioterapia, desbridamiento profesional, láser o soluciones queratolíticas. El procedimiento es rápido, ambulatorio y personalizado para cada paciente.
Reducción progresiva y eliminación de la verruga, alivio del dolor al caminar y mejora de la comodidad en la zona afectada.
Puede aparecer enrojecimiento o sensibilidad leve que desaparece en pocos días. Se recomienda mantener la zona limpia y seca, evitar presión directa y seguir las indicaciones del especialista para prevenir recurrencias.
Las verrugas plantares son lesiones cutáneas provocadas por el virus del papiloma humano (VPH), que aparecen principalmente en la planta de los pies. Aunque son benignas, pueden generar dolor al caminar, molestias en actividades diarias y riesgo de contagio a otras zonas de la piel. El tratamiento de verrugas plantares se centra en eliminar la lesión de manera segura, prevenir su recurrencia y mejorar la funcionalidad y comodidad del pie.
En Clínica Olive, se realiza una valoración personalizada de cada paciente para determinar el tipo, tamaño y localización de la verruga, así como su profundidad. Esto permite seleccionar el método más adecuado de eliminación, que puede incluir crioterapia, desbridamiento profesional, láser o aplicación de productos queratolíticos, siempre con enfoque seguro y eficaz.
Además de la eliminación de la verruga, el tratamiento busca restaurar la piel circundante, mejorar la comodidad al caminar y reducir cualquier riesgo de propagación. Gracias a la atención individualizada y al seguimiento posterior, se optimizan los resultados y se minimizan las molestias y efectos secundarios.
El procedimiento comienza con la limpieza y desinfección de la zona afectada. Dependiendo de la profundidad y extensión de la verruga, se puede optar por varias técnicas:
- Crioterapia: aplicación de nitrógeno líquido para congelar la lesión y favorecer su eliminación gradual.
- Desbridamiento profesional: retirada controlada de la queratina y tejido de la verruga para permitir que la piel sana se regenere.
- Láser o terapia láser específica: dirigida a destruir las células infectadas y estimular la regeneración de la piel circundante.
- Productos queratolíticos: aplicación de soluciones que ayudan a ablandar y eliminar la verruga de forma progresiva.
La elección del método se realiza según la valoración previa y el tipo de verruga, buscando siempre máxima eficacia con mínima molestia para el paciente. Cada sesión suele durar entre 15 y 30 minutos y se realiza de manera ambulatoria.
Además de la eliminación de la verruga, este tratamiento ofrece otros beneficios importantes:
- Reducción del dolor y la incomodidad al caminar.
- Prevención de la propagación a otras áreas del pie o del cuerpo.
- Restauración de la superficie cutánea, favoreciendo la regeneración de la piel.
- Procedimiento seguro y mínimamente invasivo, sin necesidad de hospitalización ni reposo prolongado.
El enfoque integral permite tratar no solo la verruga visible, sino también cuidar la salud general de la piel de los pies, fortaleciendo su resistencia y mejorando su funcionalidad.
Tras el tratamiento, pueden aparecer enrojecimiento, sensibilidad o ligera inflamación en la zona, que suelen desaparecer en pocos días. Para favorecer la recuperación y prevenir recurrencias, se recomienda:
- Mantener la zona limpia y seca.
- Evitar la fricción intensa o presión directa sobre la verruga.
- Usar calzado cómodo y adecuado que no genere rozaduras.
Seguir cualquier pauta de cuidado domiciliario indicada por el especialista, como la aplicación de soluciones queratolíticas o vendajes protectores según corresponda.
El seguimiento permite garantizar la resolución completa de la lesión y controlar posibles recurrencias, asegurando resultados efectivos y duraderos.
Los resultados del tratamiento de verrugas plantares comienzan a notarse desde la primera sesión, con alivio del dolor y disminución progresiva de la lesión. En la mayoría de los casos, la eliminación completa requiere varias sesiones según el tamaño, profundidad y tipo de verruga. La piel recupera su apariencia normal, mejora la comodidad al caminar y se reduce el riesgo de propagación. El seguimiento profesional asegura que los resultados sean duraderos y seguros.