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El tratamiento con IPL (luz pulsada intensa) es una técnica de dermatología estética avanzada que permite tratar eficazmente problemas cutáneos como manchas solares, lentigos, rosácea, cuperosis, rojeces difusas y envejecimiento cutáneo. En Clínica Olive, el Dr. Enrico, dermatólogo experto en tecnología láser, utiliza equipos de última generación para mejorar el tono, la textura y el aspecto general de la piel sin dañar los tejidos. Es un tratamiento no invasivo, seguro y con múltiples beneficios, tanto estéticos como terapéuticos.
Eliminación de manchas pigmentadas (solares o por la edad) Disminución de rojeces, capilares rotos y cuperosis Control y mejora de los brotes de rosácea Mejora de la luminosidad, textura y poros Rejuvenecimiento facial sin descamación ni cirugía Los resultados son visibles desde la primera o segunda sesión y mejoran progresivamente con el tratamiento completo.
Tras la sesión puede haber enrojecimiento leve, sensación de calor o pequeñas costras que desaparecen en pocos días. Es imprescindible el uso riguroso de protección solar y evitar calor, productos irritantes o exposición solar directa durante al menos una semana.
El tratamiento con IPL (luz pulsada intensa) es una de las soluciones más avanzadas en dermatología estética para abordar problemas cutáneos de manera segura y eficaz. Esta tecnología utiliza luz de alta intensidad filtrada en diferentes longitudes de onda, lo que permite actuar de forma selectiva sobre estructuras específicas de la piel, como los vasos sanguíneos superficiales responsables de la rosácea o la cuperosis, y los melanocitos que producen manchas solares o lentigos.
En Clínica Olive, el Dr. Enrico, dermatólogo especializado en tratamientos con láser, personaliza cada sesión de IPL según las características del paciente, evaluando el tipo de piel, la profundidad de las lesiones y la respuesta previa a tratamientos similares. El procedimiento es mínimamente invasivo, prácticamente indoloro y no requiere recuperación prolongada, lo que lo convierte en una opción muy valorada tanto por pacientes con fines estéticos como terapéuticos.
La luz pulsada intensa del IPL penetra en la piel y es absorbida selectivamente por la melanina en manchas pigmentadas y la hemoglobina en vasos sanguíneos dilatados. Esta absorción genera un efecto térmico que destruye de manera controlada las células o vasos no deseados, sin dañar el tejido circundante.
Para las manchas solares y lentigos, la energía lumínica fragmenta la melanina acumulada, permitiendo que el cuerpo la elimine de forma natural durante las semanas posteriores. En el caso de rosácea o cuperosis, el IPL actúa sobre los vasos dilatados, reduciendo el enrojecimiento y mejorando la apariencia global de la piel.
El IPL ofrece múltiples ventajas que van más allá de la simple eliminación de manchas o rojeces
Mejora estética integral
Además de tratar problemas específicos, el IPL uniformiza el tono de la piel, reduce poros dilatados y mejora la textura, aportando luminosidad y un aspecto rejuvenecido. Es especialmente efectivo para pacientes que desean un mejor aspecto facial sin recurrir a cirugía ni procedimientos agresivos.
Tratamiento seguro y personalizado
El IPL de grado médico permite ajustar la longitud de onda y la intensidad según el tipo de lesión y la zona tratada, garantizando máxima eficacia y seguridad. Cada sesión es supervisada por un dermatólogo, quien adapta los parámetros a las necesidades individuales, minimizando el riesgo de efectos secundarios.
Resultados progresivos y duraderos
Los resultados suelen ser visibles desde la primera o segunda sesión, y se optimizan a lo largo del tratamiento completo. Los pacientes experimentan una reducción gradual de manchas, capilares rotos y rojeces, con mejora notable de la luminosidad y uniformidad de la piel.
El IPL es adecuado para una amplia gama de problemas cutáneos, entre ellos:
Manchas solares y lentigos, típicas por envejecimiento o exposición solar acumulada.
Rosácea, con reducción de brotes y enrojecimiento difuso.
Cuperosis, disminuyendo la visibilidad de capilares rotos.
Signos de fotoenvejecimiento, mejorando textura, luminosidad y elasticidad cutánea.
Además, es ideal para pacientes que desean mejorar el aspecto general de la piel sin someterse a procedimientos quirúrgicos, con mínima molestia y sin tiempo de inactividad prolongado.
Durante la sesión, el paciente usa protección ocular y el dermatólogo aplica el equipo de IPL sobre la zona tratada. La duración depende del área y del número de lesiones, pero generalmente no supera los 30-45 minutos. Es común experimentar una sensación de calor o leves pinchazos, que desaparecen inmediatamente.
Después de la sesión, puede aparecer enrojecimiento leve o pequeñas costras, especialmente en áreas con manchas pigmentadas, que desaparecen en pocos días. Se recomienda un cuidado posterior estricto, incluyendo el uso de fotoprotección alta, evitar calor extremo y productos irritantes, así como no exponerse directamente al sol durante al menos una semana para garantizar resultados óptimos.
Aunque el IPL es seguro y no requiere recuperación prolongada, existen recomendaciones clave para maximizar la eficacia y minimizar riesgos:
Protección solar: imprescindible durante todo el tratamiento y posteriormente para prevenir nuevas lesiones.
Evitar calor intenso: saunas, baños calientes o ejercicios vigorosos en las primeras 48-72 horas.
Evitar productos irritantes: cosméticos agresivos, exfoliantes químicos o ácidos concentrados en la zona tratada.
Hidratación adecuada: mantener la piel bien hidratada favorece la recuperación y mejora los resultados.
Revisión dermatológica periódica: garantiza la correcta evolución de la piel y permite ajustar sesiones futuras si es necesario.
Los pacientes de Clínica Olive reportan una mejora notable en la uniformidad del tono y la luminosidad de la piel, con disminución de manchas solares, lentigos y enrojecimiento facial. El IPL también contribuye a prevenir la aparición de nuevas lesiones superficiales, siempre que se acompañe de hábitos de cuidado solar y seguimiento dermatológico.
El tratamiento es adaptable a todo tipo de piel, aunque el dermatólogo valorará las características individuales para ajustar la intensidad y la frecuencia de las sesiones. La combinación de tecnología avanzada y supervisión profesional garantiza resultados naturales, seguros y duraderos, con una piel más saludable y rejuvenecida.