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El bruxismo es una afección que provoca tensión mandibular, dolor facial y desgaste dental por apretar o rechinar los dientes, especialmente durante el sueño. En Clínica Olive, la Dra. Ana, especialista en medicina estética, trata el bruxismo mediante microinyecciones de toxina botulínica en el músculo masetero, relajando su actividad sin comprometer la función masticatoria. Es un tratamiento seguro, sin cirugía, rápido y eficaz tanto para aliviar molestias como para afinar sutilmente el contorno mandibular en pacientes con hipertrofia muscular.
Disminución del dolor mandibular y cervical Prevención del desgaste dental Alivio del dolor de cabeza tensional Reducción de la presión mandibular nocturna Mejora del descanso y relajación muscular Perfilado sutil de la zona inferior del rostro Este tratamiento combina salud funcional y beneficio estético con un enfoque mínimamente invasivo.
El procedimiento no requiere reposo. Puede aparecer leve inflamación o molestia en la zona infiltrada durante las primeras 24h. Se recomienda no masajear la zona ni acostarse durante las 4-6 horas posteriores. El efecto comienza a notarse a partir del 3º al 5º día.
El bruxismo es una condición común que afecta a gran parte de la población, caracterizada por la contracción involuntaria de los músculos masticatorios, principalmente durante el sueño. Esta tensión continua puede provocar dolor en la mandíbula, desgaste dental, dolor de cabeza tensional y molestias cervicales. Además, en casos de hipertrofia del músculo masetero, la apariencia del rostro puede verse afectada, generando un contorno mandibular más ancho o cuadrado. Por ello, un abordaje integral que combine el alivio funcional y la mejora estética es fundamental.
En Clínica Olive, la Dra. Ana aplica un tratamiento basado en microinyecciones de toxina botulínica en el músculo masetero. Este procedimiento permite relajar la musculatura de manera controlada, disminuyendo la presión nocturna y el apretamiento dental, sin afectar la capacidad de masticación. La técnica no requiere cirugía ni reposo prolongado y ofrece resultados tanto terapéuticos como estéticos, convirtiéndose en una solución eficaz y mínimamente invasiva para pacientes que buscan mejorar la salud mandibular y el perfil facial de manera simultánea.
La toxina botulínica tipo A, utilizada en este tratamiento, actúa bloqueando temporalmente la liberación de acetilcolina en las terminaciones nerviosas del músculo masetero. Esto reduce la fuerza de contracción muscular, aliviando la tensión excesiva que provoca dolor y desgaste dental. Al mismo tiempo, el músculo se relaja progresivamente, lo que contribuye a disminuir la presión mandibular nocturna y los episodios de rechinamiento durante el sueño.
El efecto de la toxina botulínica no es inmediato. Generalmente, los pacientes comienzan a notar alivio entre el tercer y quinto día después de la infiltración, alcanzando resultados máximos a las dos semanas. La duración del efecto varía entre 3 y 6 meses, dependiendo de la respuesta individual y del nivel de actividad muscular. Por ello, el tratamiento puede repetirse periódicamente para mantener el beneficio funcional y estético.
El tratamiento de bruxismo con toxina botulínica ofrece múltiples beneficios que combinan salud y estética:
Disminución del dolor mandibular y cervical: Al reducir la contracción muscular, se alivian tensiones en la mandíbula, cuello y hombros, mejorando la calidad de vida del paciente.
Prevención del desgaste dental: La disminución del apretamiento nocturno ayuda a conservar el esmalte y prevenir fracturas o sensibilidad dental.
Alivio del dolor de cabeza tensional: Al relajar la musculatura facial, se reduce la frecuencia e intensidad de cefaleas relacionadas con el bruxismo.
Reducción de la presión mandibular nocturna: Mejora del descanso y disminución de microtraumatismos dentales.
Perfilado sutil del contorno mandibular: La relajación parcial del masetero disminuye la hipertrofia muscular, logrando un efecto estético de afinamiento de la mandíbula sin cirugía.
Mejora del descanso y bienestar general: La relajación muscular facilita un sueño más reparador y disminuye el estrés asociado al bruxismo.
Estos beneficios hacen que el tratamiento sea adecuado tanto para pacientes con molestias funcionales importantes como para aquellos que buscan un contorno facial más armonioso y natural.
La aplicación de toxina botulínica en el músculo masetero se realiza mediante microinyecciones precisas, adaptadas a la anatomía individual de cada paciente. La sesión es ambulatoria y de corta duración, generalmente entre 15 y 30 minutos, y no requiere anestesia compleja. Tras el procedimiento, puede aparecer leve inflamación, enrojecimiento o molestia local durante las primeras 24 horas.
Se recomienda evitar masajear la zona infiltrada y no acostarse durante las primeras 4-6 horas para garantizar la correcta distribución del producto. No se requieren cuidados especiales ni baja laboral, permitiendo retomar las actividades habituales de inmediato. La toxina botulínica utilizada, como Vistabel® o Azzalure®, cuenta con una amplia trayectoria en tratamientos estéticos y terapéuticos, garantizando seguridad y eficacia.
El seguimiento post-tratamiento es fundamental para evaluar la respuesta del músculo masetero y ajustar dosis o zonas de infiltración en futuras sesiones. La mayoría de los pacientes notan un alivio significativo del dolor y una reducción de la tensión mandibular tras la primera aplicación. Con sesiones periódicas, se logra mantener los resultados tanto funcionales como estéticos, mejorando la armonía facial y previniendo complicaciones dentales o musculares a largo plazo.
Además, el tratamiento con toxina botulínica puede combinarse con otras terapias para bruxismo, como férulas dentales nocturnas, fisioterapia facial o técnicas de relajación muscular, potenciando los resultados y ofreciendo un abordaje integral de la condición.
En conclusión, el tratamiento de bruxismo con toxina botulínica en Clínica Olive representa una alternativa segura, eficaz y mínimamente invasiva que combina beneficios terapéuticos y estéticos. Permite reducir dolor mandibular, prevenir desgaste dental, mejorar la calidad del sueño y afinar el contorno mandibular, proporcionando a los pacientes una solución completa y personalizada.