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En función del diagnóstico
Diagnóstico precoz del cáncer de piel (melanoma, carcinoma, etc.) Seguimiento de la evolución de lunares a lo largo del tiempo Mayor seguridad y control en pacientes de riesgo Registro fotográfico de cada lunar para comparar cambios Tranquilidad médica con revisión dermatológica profesional Este servicio permite actuar a tiempo ante cualquier cambio sospechoso y prevenir enfermedades graves.
"Diagnóstico precoz del cáncer de piel (melanoma, carcinoma, etc.) Seguimiento de la evolución de lunares a lo largo del tiempo Mayor seguridad y control en pacientes de riesgo Registro fotográfico de cada lunar para comparar cambios Tranquilidad médica con revisión dermatológica profesional Este servicio permite actuar a tiempo ante cualquier cambio sospechoso y prevenir enfermedades graves."
"Personas con más de 50 lunares Pieles claras o con antecedentes de quemaduras solares Pacientes con antecedentes familiares de melanoma Personas que han detectado cambios en algún lunar Pacientes inmunodeprimidos o con historial de cáncer cutáneo"
El mapeo de lunares es una de las herramientas más precisas y avanzadas de la dermatología moderna para la detección precoz del cáncer de piel. Gracias a la incorporación de la dermatoscopia digital, este procedimiento permite analizar en profundidad cada lunar y registrar su aspecto mediante fotografías de alta resolución, comparando su evolución a lo largo del tiempo.
En Clínica Olive, el Dr. Enrico, dermatólogo especialista en lesiones pigmentadas y prevención del melanoma, realiza este estudio con tecnología médica de última generación. El mapeo no solo ofrece una visión global del estado de la piel, sino que permite identificar cambios sutiles y tempranos en los lunares que podrían pasar desapercibidos a simple vista.
Se trata de una evaluación médica completamente indolora y no invasiva, ideal para quienes desean mantener un control riguroso de su salud cutánea. Gracias a su precisión diagnóstica, el mapeo se ha convertido en el estándar de oro para la vigilancia de pacientes con riesgo de melanoma o con numerosos lunares distribuidos por el cuerpo.
Los lunares o nevus melanocíticos son lesiones benignas muy comunes que pueden aparecer desde la infancia o desarrollarse con los años debido a factores genéticos, hormonales o ambientales, especialmente por la exposición solar. Aunque la mayoría son inofensivos, algunos pueden cambiar de forma, tamaño o color, lo que puede indicar una alteración que debe ser evaluada por un dermatólogo.
El melanoma cutáneo es el tipo de cáncer de piel más agresivo, pero también el más curable si se detecta a tiempo. En fases iniciales, puede confundirse con un lunar común, por lo que la observación profesional y la comparación evolutiva son esenciales.
El mapeo digital permite registrar el aspecto exacto de cada lunar y comparar imágenes con precisión milimétrica entre revisiones anuales o semestrales. Así, el dermatólogo puede identificar si alguna lesión ha experimentado cambios sospechosos y decidir si es necesario realizar una biopsia o extirparla preventivamente.
Este control periódico no solo reduce drásticamente el riesgo de melanoma avanzado, sino que brinda al paciente tranquilidad y seguridad médica, especialmente en personas con antecedentes familiares o pieles fotosensibles.
El mapeo de lunares combina varias técnicas que, en conjunto, permiten un diagnóstico exhaustivo y personalizado. Entre ellas destacan:
Dermatoscopia clínica y digital de cuerpo completo
Esta técnica permite examinar la piel con aumento óptico y luz polarizada, revelando detalles que no se perciben a simple vista. Cada lunar se observa individualmente, evaluando patrones de pigmento, bordes y simetría, lo que facilita la identificación de lesiones sospechosas.
Registro fotográfico de alta resolución
El sistema de mapeo captura imágenes de cada lunar y de áreas extensas del cuerpo. Estas fotos se almacenan y sirven como referencia de seguimiento, lo que permite comparar la evolución de la piel a lo largo de los meses o años.
Análisis individual de lesiones
Cada lunar se analiza de forma independiente, asignándole un perfil de riesgo basado en su tamaño, color, forma y ubicación. Esto permite al dermatólogo establecer protocolos de control personalizados y decidir cuándo es necesario intervenir.
Informe médico y pautas personalizadas
Al finalizar el mapeo, el paciente recibe un informe detallado, donde se describen los hallazgos, se identifican los lunares de riesgo y se establecen recomendaciones de seguimiento. Este documento sirve como guía para futuras revisiones y garantiza un control médico continuado y preciso.
El mapeo digital ofrece múltiples ventajas que van más allá de la simple revisión estética de la piel:
Detección precoz de lesiones sospechosas, incluyendo melanoma y carcinoma, lo que permite intervenciones tempranas y mayor probabilidad de éxito en el tratamiento.
Seguimiento continuo de lunares existentes, evitando que cambios importantes pasen desapercibidos.
Mayor seguridad en pacientes de riesgo, como aquellos con piel clara, antecedentes familiares de cáncer de piel o exposición solar intensa.
Registro visual completo, que facilita la comparación de imágenes y la monitorización precisa de la evolución cutánea.
Tranquilidad y prevención, ya que los pacientes saben que su piel está bajo control profesional y que cualquier cambio será detectado a tiempo.
Personalización del seguimiento, adaptando la frecuencia de las revisiones a las necesidades específicas de cada persona.
El mapeo está especialmente recomendado para:
Personas con más de 50 lunares, donde el seguimiento manual sería complejo.
Pieles claras o con historial de quemaduras solares, que presentan mayor riesgo de melanoma.
Pacientes con antecedentes familiares de cáncer cutáneo.
Personas que han notado cambios recientes en algún lunar.
Pacientes inmunodeprimidos o con historial de cáncer cutáneo previo, que requieren un control más riguroso.
En todos estos casos, el mapeo digital permite anticiparse a posibles complicaciones, garantizando la salud y la estética de la piel.
El procedimiento es sencillo, rápido y no invasivo. El paciente se somete a un examen dermatológico completo, donde se capturan imágenes de todo el cuerpo y de cada lunar individualmente. La evaluación incluye:
Análisis clínico detallado de todas las lesiones pigmentadas.
Registro fotográfico digital de alta resolución.
Comparación con revisiones anteriores si las hubiera, o establecimiento de línea base para futuras comparaciones.
Informe médico personalizado, con recomendaciones sobre cuidados, exposición solar y frecuencia de revisiones.
El seguimiento puede programarse de manera anual o semestral, según el riesgo del paciente y la cantidad de lunares presentes.
Los resultados del mapeo de lunares no son inmediatos en términos de eliminación de lesiones, pero proporcionan un control preventivo continuo y absoluto. Los pacientes obtienen:
Tranquilidad y seguridad, al saber que cualquier cambio será detectado a tiempo.
Control estético de la piel, ya que la vigilancia evita el crecimiento irregular de lunares.
Prevención efectiva del melanoma, al permitir intervenciones tempranas.
En combinación con hábitos de fotoprotección y cuidados dermatológicos, el mapeo digital se convierte en una herramienta fundamental para mantener la piel saludable a largo plazo.