90€
60min
Se realiza una evaluación detallada del historial clínico, los hábitos alimentarios y el estado metabólico del paciente. A partir de ello, se elabora un plan nutricional ajustado a la patología diagnosticada, ya sea metabólica, digestiva, autoinmune, cardiovascular o inflamatoria. Este enfoque permite modular los procesos internos del cuerpo, favorecer la regeneración celular y fortalecer el sistema inmunológico.
La mejora en los niveles de energía, el control de los síntomas asociados a la enfermedad, una mejor digestión y la regulación del peso corporal son algunos de los efectos más notables. También se observa una piel más saludable, una reducción del cansancio crónico y una mejora en el estado anímico general.
El seguimiento nutricional es continuo, adaptándose a la evolución de cada paciente. No presenta efectos secundarios, ya que se basa en la educación alimentaria y en el uso de alimentos naturales y equilibrados. Se recomienda mantener controles periódicos y revisiones médicas paralelas para asegurar un progreso adecuado y sostenido.
Posibilidad de packs:
1º Sesión 90€ y sesiones de seguimiento: 60€
Pack de primera sesión y dos seguimentos: 190€
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La nutrición desempeña un papel fundamental en el manejo y evolución de muchas patologías crónicas y agudas. El tratamiento de Nutrición en Patologías tiene como objetivo utilizar la alimentación como herramienta terapéutica, complementando los tratamientos médicos y favoreciendo la recuperación del equilibrio interno del organismo.
Una dieta adaptada puede influir directamente en procesos inflamatorios, metabólicos y hormonales, contribuyendo a mejorar la función celular y el bienestar general. Este enfoque se basa en la evidencia científica que demuestra cómo determinados alimentos y patrones nutricionales pueden modular el curso de enfermedades como la diabetes, hipertensión, síndrome metabólico, patologías digestivas, autoinmunes o cardiovasculares.
Cada plan nutricional se diseña de manera personalizada, atendiendo al tipo de patología, la medicación actual y las necesidades energéticas de cada paciente. Se priorizan alimentos naturales, antiinflamatorios y antioxidantes que ayuden a reparar tejidos, fortalecer el sistema inmune y reducir el estrés oxidativo.
En patologías digestivas o autoinmunes, por ejemplo, la alimentación adecuada puede disminuir los brotes, mejorar la absorción de nutrientes y restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal. En casos metabólicos o cardiovasculares, el plan busca regular los niveles de glucosa, colesterol y presión arterial, mejorando el metabolismo y la vitalidad.
Los beneficios de este tratamiento van más allá de la mejora de los síntomas físicos. La nutrición adaptada contribuye a estabilizar el estado emocional, favorecer un sueño reparador y reforzar la energía vital del paciente. Además, permite reducir la necesidad de ciertos medicamentos o potenciar su eficacia, siempre bajo supervisión médica.
La educación alimentaria es una parte esencial del proceso, ya que enseña al paciente a tomar decisiones conscientes y sostenibles a largo plazo, fomentando un estilo de vida saludable incluso tras la estabilización de la patología.
El tratamiento comienza con una valoración clínica y nutricional exhaustiva, que incluye analíticas y pruebas complementarias si es necesario. A partir de esta información, se establece un plan alimenticio adaptado a los objetivos terapéuticos y a las preferencias del paciente.
El seguimiento periódico permite evaluar los progresos, ajustar la pauta alimentaria y garantizar la adherencia al tratamiento. Este acompañamiento continuo es clave para mantener la motivación, asegurar resultados duraderos y prevenir recaídas o complicaciones asociadas a la enfermedad.
Con la aplicación constante del plan nutricional, se observa una notable mejora en la sintomatología, la energía vital y la calidad de vida general. El organismo recupera su equilibrio y se reduce la carga inflamatoria, favoreciendo un envejecimiento saludable y una mayor resistencia frente a enfermedades.
El mantenimiento a largo plazo se basa en la reeducación alimentaria y en la creación de hábitos sólidos que mantengan los resultados alcanzados, consolidando una salud integral.