Limpieza facial profunda

Limpieza facial profunda

55€ - 60€

60-75min

Información del Tratamiento

¿En qué consiste?

El tratamiento combina exfoliación, extracción manual de impurezas y aplicación de activos calmantes e hidratantes. La limpieza se realiza en varias fases: primero se abre suavemente el poro para liberar toxinas y se eliminan comedones, puntos negros y residuos. Después se aplican sueros o mascarillas adaptadas al tipo de piel, potenciando la hidratación y la regeneración cutánea. La técnica se ajusta a cada paciente para optimizar resultados sin irritar la piel.

Efectos visibles

Tras la limpieza facial profunda, la piel luce más luminosa, uniforme y suave al tacto. Los poros se perciben menos visibles, las líneas finas se suavizan y el rostro adquiere un aspecto fresco y descansado. Además, la piel queda preparada para absorber mejor los productos de cuidado diario, potenciando su eficacia.

Post tratamiento

Después de la sesión, es posible experimentar un ligero enrojecimiento o sensibilidad temporal, que desaparece en pocas horas. Se recomienda evitar la exposición solar directa, el uso de maquillaje o productos irritantes durante al menos 24 horas. Mantener una adecuada hidratación y seguir las pautas de cuidado domiciliario contribuye a prolongar los beneficios de la limpieza.

¿Para qué tipo de piel está dirigido este tratamiento?

La limpieza facial profunda va dirigido a todo tipo de pieles.


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La limpieza facial profunda: purificación y cuidado integral de la piel


La limpieza facial profunda es uno de los tratamientos más completos para mantener la salud cutánea y prevenir el envejecimiento prematuro. A través de la eliminación de impurezas y toxinas, este procedimiento ayuda a mejorar la oxigenación de la piel y a estimular la renovación celular, promoviendo un rostro más uniforme y luminoso.

En Clínica Olive, el tratamiento se realiza de manera individualizada, adaptando las técnicas y productos a las necesidades específicas de cada paciente. Esto permite trabajar sobre distintas problemáticas cutáneas, desde pieles grasas o mixtas hasta pieles sensibles o con tendencia a brotes, garantizando resultados visibles y duraderos.


Cómo actúa la limpieza facial profunda sobre la piel


El procedimiento comienza con una preparación de la piel que facilita la apertura de los poros, seguida de la extracción manual de comedones, puntos negros y otras impurezas. Esta fase permite purificar la piel sin dañar el tejido circundante y mejorar la respiración cutánea.

Posteriormente, se aplican activos específicos que hidratan, calman y regeneran la piel. Esta combinación de limpieza mecánica y nutrición superficial favorece la renovación celular y la eliminación de toxinas acumuladas, promoviendo una piel más tersa y flexible.


Beneficios del tratamiento


Entre los principales beneficios de la limpieza facial profunda destacan la reducción de impurezas, poros menos visibles, mayor luminosidad y textura suave. Además, ayuda a prevenir la aparición de brotes y puntos negros, mejorando el equilibrio natural de la piel. Al preparar la piel para recibir principios activos, también potencia la eficacia de tratamientos posteriores, como hidratación, despigmentación o anti-edad.


Aplicación y protocolo personalizado


La limpieza facial profunda se realiza de manera ambulatoria y suele durar entre 45 y 60 minutos. El especialista evalúa el tipo de piel y selecciona los productos y técnicas más adecuados, incluyendo exfoliaciones químicas o físicas suaves, extracciones manuales y mascarillas regeneradoras.

Se recomienda establecer un protocolo de mantenimiento periódico para prolongar los resultados y garantizar que la piel se mantenga en condiciones óptimas. La frecuencia del tratamiento se adapta a las necesidades individuales, asegurando un cuidado integral y efectivo.


Resultados progresivos y naturales


Los resultados se notan desde la primera sesión: la piel adquiere un aspecto más fresco, suave y radiante. Con sesiones regulares, se observa una mejora continua en la textura, elasticidad y luminosidad del rostro, logrando un equilibrio cutáneo duradero y una apariencia saludable y rejuvenecida sin recurrir a procedimientos invasivos.