60€
La carboxiterapia es un tratamiento no quirúrgico que consiste en la infiltración subcutánea de dióxido de carbono (CO₂) médico para mejorar la circulación, oxigenar los tejidos y estimular la producción de colágeno. En Clínica Olive, la Dra. Ana aplica esta técnica corporal para reducir celulitis, mejorar la flacidez y favorecer la eliminación de grasa localizada en zonas como abdomen, muslos, glúteos o brazos. Es un tratamiento versátil y eficaz, indicado para pacientes que desean mejorar la calidad de la piel y remodelar el cuerpo sin cirugía.
Reducción visible de la celulitis y el aspecto de piel de naranja Mejora de la oxigenación y microcirculación local Estimulación del colágeno y firmeza de la piel Disminución de volumen y grasa localizada Tratamiento natural, indoloro y sin tiempo de baja
Tras la sesión, puede aparecer una leve sensación de hinchazón o picor que desaparece en pocas horas. Es importante hidratarse bien y evitar ejercicio intenso o calor local durante 24-48 horas. Se recomienda un protocolo de varias sesiones para obtener resultados óptimos.
Posibilidad de Bono:
Bono de 5 sesiones: 285€
Bono de 10 sesiones: 540€
Este tratamiento esta dirigido para pieles con grasa localizada, celulitis resistente, flacidez y piel de naranja.
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La carboxiterapia es una de las técnicas más innovadoras en medicina estética no quirúrgica, que permite mejorar la apariencia y salud de la piel mediante la infiltración subcutánea de dióxido de carbono médico (CO₂). Este gas, administrado de forma controlada por profesionales capacitados, tiene efectos múltiples sobre los tejidos, incluyendo la mejora de la circulación sanguínea y linfática, la oxigenación de las células y la estimulación de la producción de colágeno, lo que se traduce en una piel más firme, tonificada y rejuvenecida.
En Clínica Olive, la Dra. Ana personaliza cada sesión de carboxiterapia según las necesidades y características del paciente, adaptando la cantidad de CO₂ y la profundidad de la infiltración para zonas específicas del cuerpo. La técnica se utiliza principalmente en áreas como abdomen, muslos, glúteos y brazos, y es especialmente eficaz en la reducción de celulitis, flacidez y grasa localizada, proporcionando resultados visibles sin necesidad de cirugía ni periodos de recuperación prolongados.
Además de sus efectos estéticos, la carboxiterapia actúa a nivel fisiológico estimulando la microcirculación, lo que favorece la oxigenación de los tejidos y la eliminación de toxinas acumuladas. Este mecanismo contribuye a mejorar la calidad general de la piel, su textura y elasticidad, y a reducir la apariencia de la piel de naranja. También se observa un efecto reafirmante progresivo a medida que se incrementa la producción de colágeno y elastina, mejorando la firmeza de las zonas tratadas.
El dióxido de carbono aplicado en la piel genera una serie de respuestas biológicas que explican sus resultados. En primer lugar, al inyectarse, produce una dilatación de los vasos sanguíneos locales, incrementando el flujo sanguíneo y la llegada de oxígeno a los tejidos. Este incremento de oxigenación activa el metabolismo celular y facilita la degradación de depósitos de grasa en áreas específicas.
Paralelamente, la presencia de CO₂ en el tejido subcutáneo estimula la producción de fibroblastos, células responsables de sintetizar colágeno y elastina. Gracias a este efecto, la piel recupera firmeza, elasticidad y volumen natural. La combinación de mejora circulatoria y regeneración tisular convierte a la carboxiterapia en un tratamiento integral, capaz de abordar simultáneamente flacidez, celulitis y grasa localizada.
Otro mecanismo importante es la lipólisis inducida de forma indirecta: el aumento de la microcirculación y la oxigenación aceleran la degradación de triglicéridos y la eliminación de toxinas, contribuyendo a una remodelación corporal visible en pocas sesiones. Por estas razones, muchos pacientes combinan la carboxiterapia con hábitos saludables de alimentación e hidratación, potenciando los efectos del tratamiento y logrando resultados más duraderos.
Además de los efectos estéticos, la carboxiterapia ofrece beneficios funcionales para la piel y el tejido subcutáneo. La estimulación de la circulación y la oxigenación contribuye a mejorar la textura cutánea, la elasticidad y la firmeza, especialmente en zonas donde la flacidez y la celulitis son más evidentes. Asimismo, el tratamiento puede favorecer la recuperación de la piel tras pérdida de peso o embarazos, ayudando a que los tejidos se adapten mejor a los cambios corporales.
La técnica es mínimamente invasiva y generalmente indolora, aunque algunos pacientes pueden experimentar una ligera sensación de hinchazón, calor o picor en la zona tratada, que desaparece en pocas horas. Es importante mantener una buena hidratación antes y después de las sesiones, así como evitar ejercicio intenso o calor local durante 24-48 horas para optimizar los resultados. Por lo general, se recomienda un protocolo de varias sesiones, con intervalos semanales o quincenales, según la zona y el objetivo del tratamiento.
La carboxiterapia debe ser realizada siempre por profesionales capacitados y con experiencia en medicina estética, utilizando equipos certificados y CO₂ medicinal de uso exclusivo clínico. La personalización de parámetros como el flujo del gas, la profundidad de infiltración y la duración de cada aplicación es clave para obtener resultados seguros y efectivos. En Clínica Olive, cada paciente recibe una valoración inicial completa, donde se determinan las zonas a tratar, el número de sesiones necesarias y las expectativas realistas de resultados.
El procedimiento no requiere anestesia y se puede realizar en régimen ambulatorio, lo que permite retomar las actividades diarias de manera inmediata. Su perfil de seguridad, combinado con resultados visibles y progresivos, hace que la carboxiterapia sea una de las opciones preferidas por quienes buscan mejorar la calidad de la piel, reducir celulitis y remodelar la figura sin cirugía.
Los resultados de la carboxiterapia comienzan a apreciarse desde las primeras sesiones, especialmente en la mejora de la textura de la piel y la reducción de la piel de naranja. La disminución de la grasa localizada y la tonificación de los tejidos se percibe de manera progresiva a medida que se completa el ciclo de sesiones recomendado por el especialista. El seguimiento continuo permite ajustar el protocolo, garantizar uniformidad de resultados y maximizar los efectos regenerativos.
En definitiva, la carboxiterapia es un tratamiento integral, seguro y versátil, que combina efectos estéticos y fisiológicos, proporcionando una piel más firme, tersa y luminosa, y contribuyendo a la remodelación corporal sin necesidad de cirugía ni tiempos de recuperación prolongados.