70€
45min
Evaluación completa del pie seguida de higiene, corte y limado de uñas, eliminación de durezas, callos y piel engrosada, y aplicación de tratamientos específicos según las necesidades individuales, como hidratación y protección de zonas sensibles.
Pies más suaves, cuidados y estéticamente armoniosos, con reducción inmediata de molestias derivadas de callosidades o uñas encarnadas.
No requiere recuperación. Se recomienda mantener los pies hidratados, usar calzado adecuado y seguir indicaciones podológicas personalizadas para evitar la reaparición de alteraciones.
La quiropodia es un tratamiento destinado a mantener la salud de los pies, prevenir lesiones y aliviar molestias derivadas de alteraciones comunes como durezas, callos, uñas encarnadas o hiperqueratosis. Este cuidado especializado combina técnicas de higiene, corte y tratamiento de la piel y uñas, asegurando una recuperación funcional y estética de los pies.
El tratamiento comienza con una evaluación detallada del pie, identificando zonas de presión, durezas, callosidades o alteraciones ungueales. A continuación, se realiza la limpieza, corte y limado de uñas, eliminación de piel engrosada y callosidades mediante instrumentos especializados, y se aplican tratamientos hidratantes o protectores en las zonas que lo requieran.
Cada procedimiento se adapta a las necesidades del paciente, considerando su tipo de piel, actividad diaria y posibles patologías asociadas, garantizando resultados efectivos y confortables.
Entre las principales ventajas destacan:
- Eliminación de callos, durezas y piel engrosada que generan incomodidad al caminar.
- Prevención de problemas más graves como uñas encarnadas o infecciones dérmicas.
- Mejora del confort y funcionalidad del pie, facilitando la movilidad diaria.
- Pies más suaves y estéticamente cuidados, reforzando la salud general del pie.
- Prevención de dolor o molestias derivadas de la presión y fricción con el calzado.
Tras la sesión, los pacientes pueden retomar la actividad normal de inmediato. Se aconseja mantener los pies hidratados, usar calzado cómodo y limpio, y aplicar las indicaciones personalizadas del podólogo para evitar la reaparición de callosidades o alteraciones ungueales. La periodicidad del tratamiento dependerá de las características del pie y del tipo de piel del paciente, asegurando un cuidado continuo y preventivo.
Los resultados son inmediatos en cuanto a comodidad y estética, con pies más suaves, saludables y libres de molestias derivadas de durezas o alteraciones ungueales. Con un seguimiento adecuado, la quiropodia no solo mejora la apariencia de los pies, sino que también previene complicaciones futuras y contribuye a un bienestar general en la movilidad y funcionalidad del paciente.