Hilos Tensores facial o cuello

Hilos Tensores facial o cuello

Medicina Estética

A consultar

20min

Información del Tratamiento

¿En qué consiste?

Los hilos tensores son una técnica de medicina estética mínimamente invasiva que permite tensar la piel y redefinir el óvalo facial sin necesidad de bisturí. En Clínica Olive, la Dra. Ana aplica hilos reabsorbibles de última generación para estimular el colágeno y lograr un efecto lifting inmediato y progresivo, ideal para combatir la flacidez facial de forma natural. Es un tratamiento seguro, sin cirugía ni cicatrices, y con recuperación rápida.

Efectos visibles

Efecto lifting inmediato y natural Redefinición del contorno facial y cuello Mejora de la flacidez en mejillas, papada y mandíbula Estimulación del colágeno para firmeza progresiva Rejuvenecimiento facial sin alterar la expresión Este tratamiento es ideal para pieles a partir de los 35-40 años con primeros signos de descolgamiento.

Post tratamiento

Puede presentarse leve inflamación, sensibilidad o algún hematoma en la zona tratada, que desaparece en pocos días. Se recomienda evitar gesticulación intensa, masajes, deporte y calor excesivo durante una semana. Los resultados mejoran progresivamente en los siguientes 2-3 meses.

Tratamiento con Hilos Tensores


El tratamiento con hilos tensores se ha consolidado como una de las técnicas más avanzadas y efectivas dentro de la medicina estética moderna para tratar la flacidez y redefinir los contornos del rostro sin recurrir a la cirugía. Su éxito se debe a que combina resultados visibles de manera inmediata con una mejora progresiva en la calidad y firmeza de la piel, gracias a la estimulación natural del colágeno. En Clínica Olive, la Dra. Ana emplea hilos reabsorbibles de última generación que no solo tensan la piel, sino que también promueven su regeneración desde el interior, proporcionando un efecto lifting natural y duradero.

A diferencia de los procedimientos quirúrgicos tradicionales, los hilos tensores ofrecen una alternativa segura, rápida y mínimamente invasiva. Su aplicación se realiza con anestesia local y mediante técnicas precisas que permiten colocarlos en las capas más profundas de la piel, generando un efecto tensor inmediato sin alterar los rasgos naturales del rostro. El resultado es un rejuvenecimiento facial sutil, elegante y totalmente personalizado, adaptado a las características y necesidades de cada paciente.


Tipos de hilos y materiales utilizados


Existen distintos tipos de hilos tensores, y su elección depende de los objetivos estéticos del paciente y del grado de flacidez presente. Los más utilizados son los hilos monofilamento, espiculados y trenzados. Los hilos monofilamento se emplean principalmente para estimular la producción de colágeno y mejorar la textura de la piel, aportando firmeza y luminosidad sin un efecto tensor pronunciado. Los hilos espiculados, en cambio, cuentan con pequeñas espinas o conos que se anclan al tejido subcutáneo y permiten un tensado más notable, ideal para redefinir el óvalo facial, elevar pómulos o corregir la caída de la mandíbula. Los hilos trenzados ofrecen una tensión intermedia y se utilizan en áreas donde se requiere mayor soporte estructural.

En cuanto a los materiales, la mayoría de los hilos están fabricados con polidioxanona (PDO), ácido poliláctico (PLA) o policaprolactona (PCL). Todos son materiales biocompatibles y reabsorbibles que, además de ser seguros, estimulan la formación natural de colágeno y elastina. A medida que el hilo se reabsorbe, la piel se vuelve más firme y densa, manteniendo el resultado durante meses incluso después de que el hilo haya desaparecido.


Beneficios y ventajas del tratamiento


Uno de los principales beneficios de los hilos tensores es que logran un efecto lifting inmediato sin necesidad de incisiones ni cicatrices. Sin embargo, su verdadero potencial se manifiesta con el paso de las semanas, cuando el proceso de regeneración dérmica estimulado por el colágeno comienza a mejorar la firmeza y elasticidad de la piel. Esto permite que los resultados sean naturales y progresivos, evitando los cambios bruscos que pueden percibirse con otras técnicas más invasivas.

Otra gran ventaja es la versatilidad del tratamiento. Los hilos tensores pueden aplicarse en distintas zonas del rostro y del cuello, adaptándose a las necesidades de cada paciente. Son especialmente efectivos para tratar la flacidez en mejillas, papada, mandíbula y cejas, aunque también pueden utilizarse en otras áreas corporales como brazos, abdomen o glúteos, siempre que se evalúe la indicación adecuada. Esta adaptabilidad convierte a los hilos en una herramienta fundamental dentro de los tratamientos de rejuvenecimiento facial no quirúrgico.

Además, los hilos tensores permiten resultados personalizados. En Clínica Olive, la Dra. Ana analiza detalladamente la anatomía facial, la calidad de la piel y los objetivos del paciente antes de definir el tipo, cantidad y dirección de colocación de los hilos. Este enfoque individualizado garantiza resultados equilibrados, respetando la naturalidad de la expresión y la armonía del rostro.


Duración y mantenimiento de los resultados


La duración de los resultados depende de diversos factores como la edad, el tipo de piel, el estilo de vida y el tipo de hilo empleado. Generalmente, el efecto tensor puede mantenerse entre 12 y 18 meses, aunque la mejora en la calidad de la piel puede prolongarse incluso más tiempo gracias a la estimulación continua del colágeno. Muchos pacientes optan por realizar sesiones de mantenimiento anual, lo que permite conservar el resultado y potenciar los efectos a largo plazo.

Cabe destacar que los hilos tensores no impiden la posibilidad de realizar otros tratamientos estéticos. Pueden combinarse perfectamente con infiltraciones de ácido hialurónico, bioestimulación con plasma rico en plaquetas o tratamientos de luz pulsada, potenciando así los resultados y logrando una piel más firme, luminosa y rejuvenecida. Esta combinación de terapias es una de las claves del enfoque integral de rejuvenecimiento facial que ofrece Clínica Olive.


Proceso de recuperación y cuidados posteriores


Aunque el tratamiento con hilos tensores es mínimamente invasivo, la recuperación puede variar ligeramente de una persona a otra. Es habitual experimentar una leve inflamación o sensibilidad en las áreas tratadas durante los primeros días, que desaparecen de forma natural en poco tiempo. En algunos casos puede aparecer un leve enrojecimiento o pequeños hematomas, que no afectan los resultados y se resuelven espontáneamente.

Para favorecer una correcta cicatrización interna y optimizar los resultados, se recomienda evitar la exposición solar directa, los masajes faciales, el ejercicio intenso y las temperaturas extremas (como saunas o baños de vapor) durante al menos una semana. También es aconsejable no realizar gestos exagerados ni movimientos bruscos con la cara, especialmente durante los primeros días. A medida que la piel se adapta y los hilos se integran completamente, se observa una mejoría progresiva en la firmeza, elasticidad y definición del contorno facial.


Candidatos ideales y resultados esperados


El tratamiento con hilos tensores está especialmente indicado para hombres y mujeres a partir de los 35 o 40 años que comienzan a notar una pérdida de firmeza y un leve descolgamiento en el rostro, pero que aún no requieren cirugía. También es una opción excelente para quienes buscan prevenir la flacidez y mantener la estructura facial en edades más tempranas. Los resultados son visibles desde el primer momento, aunque alcanzan su punto máximo entre las 6 y 12 semanas posteriores al tratamiento, cuando el colágeno se ha regenerado y el tejido se ha adaptado por completo a la nueva tensión.

En definitiva, los hilos tensores representan una de las soluciones más eficaces y seguras para quienes desean rejuvenecer su rostro de forma natural, sin alterar la expresión y sin someterse a una intervención quirúrgica. En Clínica Olive, la experiencia y precisión de la Dra. Ana garantizan resultados armoniosos, duraderos y personalizados, combinando la ciencia de la medicina estética con un enfoque humano y artístico del rejuvenecimiento facial.

Pide Cita